Una dieta antiinflamatoria es un estilo de alimentación que busca reducir la inflamación en el cuerpo. Se basa en consumir principalmente alimentos naturales y frescos, como frutas, verduras, granos enteros, pescado, nueces y semillas, mientras se limita la ingesta de alimentos procesados, azúcares refinados y grasas saturadas. Además, se promueve el consumo de especias y hierbas con propiedades antiinflamatorias, como el jengibre, la cúrcuma y el ajo. Esta dieta puede ayudar a combatir enfermedades inflamatorias crónicas, como la artritis y la enfermedad cardiovascular, e incluso mejorar la salud en general.