El té de menta es una infusión hecha con hojas de menta que se caracteriza por su sabor refrescante y su aroma reconfortante. Se prepara agregando hojas de menta fresca o seca a agua caliente y dejándolas reposar por unos minutos. Este té es conocido por sus propiedades digestivas y calmantes, ideal para aliviar malestares estomacales o como una bebida relajante después de un día agotador. Además, el té de menta también puede ser disfrutado frío, como una bebida refrescante en los días calurosos.