Las llantas, también conocidas como neumáticos, son componentes fundamentales de un vehículo. Son las encargadas de proporcionar tracción, amortiguación, estabilidad y seguridad al conducir. Su función principal es permitir el contacto entre el automóvil y la superficie del camino, además de absorber impactos y proporcionar agarre en diversas condiciones. Mantener las llantas en buen estado es primordial para garantizar un desplazamiento óptimo y evitar problemas como pinchazos o reventones. Por eso, es importante revisar periódicamente la presión, el desgaste y realizar el cambio cuando sea necesario.